miércoles, 22 de marzo de 2017

EL GUARDIAN


The Guardian es un corto de animación realizado en 2015 por Alessandro Novelli. Está basado en la célebre parábola de Franz Kafka «Ante la ley»publicada en 1919 en Un médico rural e incluida en en la novela El Proceso, publicada postumamente en 1925. Aunque el texto es muy conocido, como es muy breve, no me resisto a reproducirlo aquí para que sirva de comparación con la versión animada; que, como podrá comprobar el lector, es una versión libre, aunque respetuosa, del texto.

Ante la ley hay un guardián. Un campesino se presenta frente a este guardián, y solicita  que le permita entrar en la Ley. Pero el guardián contesta que por ahora no puede dejarlo entrar. El hombre reflexiona y pregunta si más tarde lo dejarán entrar.
      —Tal vez —dice el centinela— pero no por ahora.
      La puerta que da a la Ley está abierta, como de costumbre; cuando el guardián se hace a un lado, el hombre se inclina para espiar. El guardián lo ve, se sonríe y le dice:
      —Si tu deseo es tan grande haz la prueba de entrar a pesar de mi prohibición. Pero recuerda que soy poderoso. Y sólo soy el último de los guardianes. Entre salón y salón también hay guardianes, cada uno más poderoso que el otro. Ya el tercer guardián es tan terrible que no puedo mirarlo siquiera.
      El campesino no había previsto estas dificultades; la Ley debería ser siempre accesible para todos, piensa, pero al fijarse en el guardián, con su abrigo de pieles, su nariz grande y aguileña, su barba negra de tártaro, rala y negra, decide que le conviene mas esperar. El guardián le da un escabel y le permite sentarse a un costado de la puerta.

      Allí espera días y años. Intenta infinitas veces entrar y fatiga al guardián con sus súplicas. Con frecuencia el guardián conversa brevemente con él, le hace preguntas sobre su país y sobre muchas otras cosas; pero son preguntas indiferentes, como las de los grandes señores, y, finalmente siempre le repite que no puede dejarlo entrar. El hombre, que se ha provisto de muchas cosas para el viaje, sacrifica todo, por valioso que sea para sobornar al guardián. Este acepta todo, en efecto, pero le dice:
 
      —Lo acepto para que no creas que has omitido ningún esfuerzo.
      Durante esos largos años, el hombre observa casi continuamente al guardián: se olvida de los otros y le parece que éste es el único obstáculo que lo separa de la Ley. Maldice su mala suerte, durante los primeros años audazmente y en voz alta; más tarde, a medida que envejece, sólo murmura para si. Retorna a la infancia, y como en su cuidadosa y larga contemplación del guardián ha llegado a conocer hasta las pulgas de su cuello de piel, también suplica a las pulgas que lo ayuden y convenzan al guardián. Finalmente, su vista se debilita, y ya no sabe si realmente hay menos luz, o si sólo lo engañan sus ojos. Pero en medio de la oscuridad distingue un resplandor, que surge inextinguible de la puerta de la Ley. Ya le queda poco tiempo de vida. Antes de morir, todas las experiencias de esos largos años se confunden en su mente en una sola pregunta, que hasta ahora no ha formulado. Hace señas al guardián para que se acerque, ya que el rigor de la muerte comienza a endurecer su cuerpo. El guardián se ve obligado a agacharse mucho para hablar con él, porque la disparidad de estaturas entre ambos ha aumentado bastante con el tiempo, para desmedro del campesino.
      —¿Qué quieres saber ahora?-pregunta el guardián-. Eres insaciable.
      —Todos se esfuerzan por llegar a la Ley —dice el hombre—; ¿cómo es posible entonces que durante tantos años nadie más que yo pretendiera entrar?
      El guardián comprende que el hombre está por morir, y para que sus desfallecientes sentidos perciban sus palabras, le dice junto al oído con voz atronadora:
      —Nadie podía pretenderlo porque esta entrada era solamente para tí. Ahora voy a cerrarla.
En un determinado momento, el ajedrez aparece al termino de los viajes que el campesino realiza por el mundo, antes de encontrarse con la puerta y el guardián que la custodia. Un reloj de ajedrez, analógico, de los antiguos, aparece como metáfora del lento transcurrir del tiempo ante la puerta.






Como curiosidad, el tablero aparece mal aparejado, habiendo intercambiado el rey y la dama blancos sus posiciones iniciales.

Conocí el video gracias a la página Cinetic Poems.

FICHA TÉCNICA
THE GUARDIAN (2015)

Animation by:  Alessandro Novelli, Victor Perez and Andrea Gendusa
Illustration and Design by:  Alessandro Novelli, Karolina Pospischil and Andrea Gendusa
3D Animation and Effects by:  Victor Perez – Character Animator, 3D Modeling
Alessandro Novelli – 3D modeling, 3D animation
Gabriele Maiocco – 3D heads modeling and Zbrush artist
Andrea Gendusa – 3D modeling, 3D animation
Voice Over by:  Luis De Velasco
Musicians:  Sasha Agranov
Music Recording and Mixing: Eric Nagel – at BCNSound – BCN
Voice Over recording:  Juan José Rodriguez – at Abuela Records – MX

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